Grata fue mi sorpresa tras la experiencia que los más recientes invitados de “Viernes de Conocimiento Útil” (ver entrada del 19 de septiembre) compartieron con los neófitos asistentes. Como la invitación de la Fundación Este País a visitar una imprenta adelantaba, “los libros”, objetos de nuestro deseo (o del mío, al menos), son resultado del dominio de la técnica y el arte de la impresión, como nunca imaginé.
Pese a que los libros han estado presentes durante las distintas etapas de lo que llevo de vida, debo reconocer que nunca me detuve a pensar que las características de tan entrañables compañeros tuvieran alguna razón de ser y, mucho menos, que alguien hubiera pensado en cómo facilitar la lectura o en hacer un libro más resistente cosiéndolo.
Pese a que los libros han estado presentes durante las distintas etapas de lo que llevo de vida, debo reconocer que nunca me detuve a pensar que las características de tan entrañables compañeros tuvieran alguna razón de ser y, mucho menos, que alguien hubiera pensado en cómo facilitar la lectura o en hacer un libro más resistente cosiéndolo.
Los hospitalarios anfitriones de nuestra primera visita de campo de los “Viernes de Conocimiento Útil” nos brindaron la oportunidad de conocer de cerca el trabajo de maestros como el doblador, el alzador, el cortador, el estibador y, mi favorito, el trabajo del maestro impresor, quien coloca la placa, alinea la impresión en los pliegos, “baja” la tinta…, sólo por mencionar algunos de los miembros de la orquesta, quienes unen su talento para producir tan espléndida fuente de conocimiento.
Durante nuestra visita, los anfitriones nos contaron sus vivencias ante la transición que ha conllevado la incorporación de nueva tecnología en el trabajo de impresión. En el anterior proceso de producción, apenas hace veinte años, la tinta se colocaba directa al “tipo” y este a su vez se “bajaba” directa al papel; en ese entonces los “tipos de familias” eran tangibles, la línea de plomo se veía al revés, y sólo se hacían 2000 pliegos, de un lado, por hora, además de que el “arreglo” tardaba cerca de 20 minutos. Actualmente, es posible llevar a cabo 600 impresiones por hora, de ambos lados, la tinta no se aplica directamente al tipo y el arreglo se realiza en 3 minutos.
Durante nuestra visita, los anfitriones nos contaron sus vivencias ante la transición que ha conllevado la incorporación de nueva tecnología en el trabajo de impresión. En el anterior proceso de producción, apenas hace veinte años, la tinta se colocaba directa al “tipo” y este a su vez se “bajaba” directa al papel; en ese entonces los “tipos de familias” eran tangibles, la línea de plomo se veía al revés, y sólo se hacían 2000 pliegos, de un lado, por hora, además de que el “arreglo” tardaba cerca de 20 minutos. Actualmente, es posible llevar a cabo 600 impresiones por hora, de ambos lados, la tinta no se aplica directamente al tipo y el arreglo se realiza en 3 minutos.
El decano de nuestros anfitriones, el entrañable Ingeniero José Castellanos, no sólo nos abrió las puertas de su imprenta para conocer el resultado tangible del arte de la impresión, sino que también nos explicó brevemente algunos aspectos económicos relacionados con los costos de la producción de un libro.
Hombro a hombro con el Ingeniero Castellanos, tomaron la batuta de tan excepcional sesión las otras mentes detrás del libro. Silvia Salas, quien dirige el trabajo de “formación”, haciendo gala de su habilidad de síntesis, nos explicó la importancia y las implicaciones de definir características del libro, como tamaño de letra, espacio, cornisas e interlineados, por mencionar sólo algunas. Patricia Salas, a cargo de la “formación de color”, con pasión, compartió con los asistentes, los retos y limitantes de su labor durante el arreglo de imágenes y selección de colores. Finalmente, Enrique Salas, jefe de taller, nos ilustró, con emoción, los diferentes tipos de encuadernación y demás acabados, así como su efecto en la calidad y durabilidad del resultado.
Con veinticinco años de experiencia en el oficio, la labor de nuestros anfitriones tiene implícita un cúmulo de conocimiento adquirido, acumulado y actualizado que se refleja en cada uno de los ejemplares que nos hacen echar a volar la imaginación, entender una definición, aprender a cocinar o aprovechar el tiempo en el metro, y más.
Un especial agradecimiento a Vania M., talentosa fotógrafa de los "Viernes de Conocimiento Útil".
Lorena C.
5 comentarios:
La reseña de Lorena C. me permitió volver a disfrutar la experiencia del viernes pasado. Nuestros anfitriones fueron muy generosos en abrir sus instalaciones y experiencia, cosa que no creo que muchos se atrevan a realizar.
La estrategia compartida por nuestros anfitriones de visualizar el producto final al iniciar cualquier proceso es una enseñanza que me llevo, para mi es conocimiento útil.
Gracias Lorena C. por la reseña del pasado VCU, al que lamento infinitamente no haber asistido. Los miembros de la FEP, generosos y comprensivos como son, dirán que no hay problema en que algunos no hayamos acompañado esta visita; sin embargo, mi pesar sobre la inasistencia esta vez, es más bien personal. Me hubiera encantado conocer de cerca la mítica imprenta Castellanos, y tener la oportunidad de volver a saludar a Don José, de quien supongo, mi amiga heredó esa generosidad y pasión por la vida. En realidad sé que es cosa de dos, o más, para ser justos... pero cuando hablemos de ellos los mencionaré, ahora estamos hablando del Ingeniero.
Le he preguntado a varios de mis coworkers sobre la visita, y todos me dieron elementos para envidiarlos ese sombrío y frio (para mi) viernes. Los extrañé muchos FEP!
GRacias a Lorena tuve la reseña oficial.
Gabriela R.
Como lectores estamos acostumbrados a limitar nuestros intereses exclusivamente a los contenidos. No quiere decir que esto no sea lo más importante sin embargo la creación de libros, revistas, periódicos, entre otros, tiene detrás a toda una industria cuyo principal objetivo, desde mi punto de vista, es captar el interés de los lectores a través de una armónico conjunto de elementos.
Patricia S.
Lorena
Llegué hasta el bochorno de tan obsequiosas palabras que se convierten en halagadores conceptos.
Espero no sea de mal gusto: en lugar de 600 son 6000 pliegos, lo que implica aumentar la productividad en un 600%.
Muchas gracias
José Castellanos
Una nota al pie desde Monterruño, NL:
El domingo me lancé al Museo del Desierto en Saltillo. Después de curiosear réplicas de esqueletos de dinosaurios, recordar qué son y cómo se forman los fósiles y visitar el modesto pero fascinante laboratorio de paleontología in situ, llegué a la tienda, con frecuencia mi zona favorita de los museos. Allí encontré en sitio protagónico el libro conmemorativo del doble año de Darwin 'Huellas de la vida: un viaje por la historia de nuestro planeta', producido por Castellanos Impresos. Varios de nosotros tuvimos la primicia de este libro el viernes en la imprenta, donde yo en lo personal lo hojeé con pasión.
Iris M.
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