4 de agosto de 2010

Turismo y futuro















A mediados del mes de julio, una ola importante de nombramientos llenó los titulares de los medios informativos.

Un par de semanas después, el viernes 30 de julio, se sumaron a estos cambios, dos nuevas designaciones. La secretaría de Turismo tiene desde el viernes, nuevo subsecretario de innovación y calidad, Héctor de la Cruz, y se nombró también una nueva directora para el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Fonatur.

Aunque menos sonoros que los de mediados de julio, éstos nombramientos son claves para entender el modelo de desarrollo nacional para los próximos años. Mucho se ha hablado del turismo como parte central de nuestra estrategia de desarrollo. Sin ir más lejos, Fonatur ha invertido desde su creación más de 2,200 millones de dólares en proyectos como Cancún o Ixtapa, y de acuerdo con estimaciones oficiales, estos recursos han atraído inversiones por mas de 15 mil millones de dólares.

Nadie duda hoy de que el turismo sea parte central de nuestra estrategia económica. Lo preocupante, y sin duda el mayor reto para el equipo de la secretaría de Turismo y en especial para Fonatur, es hacer que las inversiones en materia turística no sólo construyan hoteles extraordinarios, sino que el conjunto sea de utilidad social probada. En este momento, y tras la crisis inmobiliaria en Estados Unidos o la catástrofe política del turismo en España, no basta con anunciar inversiones cuantiosas. Es central, casi indispensable, referirse al impacto social y ambiental de las mismas.

Porque detrás de cada historia exitosa de nuestro gobierno en estos temas, hay también un enjambre de preocupaciones sobre la forma en que se construyeron lo que ahora se llama Centros Integralmente Planeados. Cancún hoy tiene que traer arena de sus vecinos, la segunda fase de Loreto está abandonada, la rentabilidad económica de algunos destinos ya no está garantizada y todo ello sin sumar a la ecuación la calidad de vida de las poblaciones cercanas a estos desarrollos.

Los nuevos integrantes del equipo del presidente deberán ayudarle a cumplir su promesa de generación de empleo y su compromiso con reducir el impacto ambiental y social de nuestro modelo de desarrollo. Los retos están perfectamente identificados: Marismas Nacionales en Sinaloa, Cabo Pulmo en Baja California Sur, la tirante relación entre Cancún y Cozumel, y una señal de intolerancia a la larga lista de elefantes blancos que llenaron de especulación inmobiliaria muchas tierras y de poco empleo y desarrollo a sus comunidades.

Eduardo B.
(Transmitido originalmente en vivo durante el espacio de opinión de Informativo 40 del 2 de agosto de 2010, en Proyecto 40)

No hay comentarios: